Margarita llegó oliendo a alcohol, Luis y yo la recibimos en la sala. Al calor de un café, nos dijo que estaba aburrida de Camilo y que a veces salía un rato con Alejandro pero que también se aburría con él. Luego, nos dijo que Alexandra pensaba terminar con Adriana, porque pensaba que salía con otra persona. Yo imagine que andaba con Raúl, la había visto almorzar toda la semana junto a él. Agregó que no sabía como Alexandra podía ser tan cinica, si ella sabía que había salido con Diana durante meses. Luis y o nos miramos, porque no sabíamos.
Cuando se fue, nos preguntamos cómo lo soportabamos y estuvimos haciendo conjeturas un buen rato.
Menos mal, vino Margarita porque no sé de qué hubieramos hablado ese domingo.
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como le haces para inventar tantos personajes en tan poco espacio? eso es un don...
ResponderEliminarseguro le diste vida a mil personajes ficticios que andan vagando por ahí, en el mundo real... y es que como dijo luder: la literatura es impostura, por algo riman.
jejeje, ya sabes el exceso de personalidades
ResponderEliminarJaj ¡qué revoltijo de gente!
ResponderEliminarEso se llama un chisme de colegio. Así me los cuentan los estudiantes. Además, de que sale bastante en las películas gringas: mientras la chica rubia y larguirucha menea las piernas agarrada del teléfono, una amiga, al otro lado de la línea, dice lo mismo pero con nombres gringos.
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