jueves, 1 de diciembre de 2011

Restauración

Una escena vieja en los recuerdos se vuelve sepia, así disfrazo los recuerdos, los cubro para que no vuelvan a ser fuente de emoción, los archivo como bibliotecaria y los confundo con los presentes desaforados. Una escena de un médico que se pierde, se enferma hasta que el nacimiento lo regresa en su ser, la pobreza, la lejanía de la ostentación.
Ahora me pregunto quién me curará, si los oídos empiezan a cerrarse entre la pobreza y la obligación del día a día. Cuando el nacimiento empieza a ser cercanía a la muerte y el humor se confunde con negro sangre y mis letras se borran de mis recuerdos sin siquiera teñirse de sepia.