Maleta

No olvides: un buen libro y el cepillo de dientes, lo demás se consigue en sobresitos.

Caqueta

Entre calles, las armas. Entre silencios, esperanza. Aquí el retén. Allí el silencio que sentencia. Las esquinas llegan a la represión, al olvido, las leyes de punto final y unos ojos de anciana, en esa mujer aún joven.

Añoranzas

Conozco gente que piensa y re piensa y desea y vuelve a desear poder tener la puerta abierta. Yo descubrí algo, hoy me ilumino, cayó, como casi todo lo sorprendente al entrar al baño a orinar, mear, hacer chichi (mi preferida). Sí, tiene las puertas abiertas, pero no es una invitación, no es señal de seguridad ni de estar dispuesto a conocer gente nueva. NO. Lo que pasa es que cuando cierran las puertas el sol se apaga, no es la oscuridad de Btá. NO. el sol se apaga. Y viene el calor, el aire que da vueltas y se entibia y se pega y se comparte. Insoportable, mejor, las puertas abiertas.

Para llegar a Bogotá

Hola:
Querida, paso a paso, te voy a contar que la vida no cambia. Bueno, así empezaba la carta. Así debía empezar, pero estos días todo cambia aunque permanezca igual. Un día, esta tarde sin afán de ir o de llegar, sin importarme qué se traslada o qué se va. Tengo tres días en que duermo mucho y trabajo igual, entonces, lo demás se estanca, pasa desapercibido o poco percibido. Perdóname, pero los bichos me molestan y termino golpeando mis brazos. No, si quiero escribirte. Hay personas de las que nada quiero saber, pero de ti... En fin, me despido por un momento y regreso al calor y la lluvia.

Desteñir

Ser/estar...
abuso de suspensivos,¿siempre es así?
¿el mundo da vueltas? alguien me dijo que sí, pero no tengo constancia
yo estoy aquí
sin decidir
sin votar
yo soy aquí, pero no existo o no insisto
yo no soy melancolía ni gracia
vamos dejate ver