lunes, 14 de noviembre de 2011
Temprano
Palabras rebotan en la cabeza, el niño llora por tu ausencia. Escucha. Viene la lluvia y nos encierra. Escucha, pronto no podre más. Pronto. La anoche sólo señala la lejanía, una que ocupa cada vez más territorios, hasta que sólo quiera hablar con el espejo para preguntarle quién aún no está muerta y me mienta y me mienta.
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