jueves, 17 de noviembre de 2011

Releer

Otredad, no soy yo, no me parezco, algunos gestos son similares, no es un espejo. La escritura me traiciona; al menos, no se escurre como la realidad. Estoy segura que el tiempo es la Dimensión, pero presiento que hay discusión. Es posible que vuelva a las letras sin reconocerme por la Dimensión, ¿quién pensaría cuánto cambiamos? Creo que no existe proporción, solo los números infinitos nos atrapan como constatación de una vida que deja de ser. ¿Debería corregir? Cuando lo hago, borró porque ya no soy. Escritura que es huella y desaparición. Desfigurada. Angelitos empantanados que envejecen pican en mi memoria. ¿Cómo despertaremos?

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