lunes, 21 de noviembre de 2011

La misma canción

Lunes otra vez
Se repite. Sin embargo, nadie es igual. El tiempo y la distancia pronuncian los cambios y no me conecto. Empiezo a sufrir deserción. Tomo la botella entre mis manos imaginarias y trago un blog en una noche. Quería desmentirlo, el blog me desmintió a mí. Suele pasar. La memoria en su perfección construye momentos felices, amores correspondidos; pero la escritura como testigo quiebra nuestros castillos. Entonces, debo aceptar que ninguno de mis recuerdos me es leal. Tomo la botella y me trago cada palabra de amor que he repetido a la noche.

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