viernes, 18 de noviembre de 2011

Anim(a a)rte



Sonríe, en la esquina de mi casa. Salgo. Frío. Extraño querer. Con ganas de botarlo. Caiga donde caiga, ya no quiero... Las palabras me raspan la garganta y quiero fumar.
Los chicos juegan a no tener tiempo. Los viejos lo pierden en lagunas que no desconozco. Vieja. Alejandro Magno había conquistado el mundo; yo, ni mis palabras. Alguien hubiese querido equivocarse más; yo, no tengo memoria para tanto error.
Me duele. Duele no tener.
A Ana no le gusta trabajar, tampoco a ella. Ambas pueden dedicarse por genio o cuna; yo solo tengo mis manos y mi cabeza que empieza a ser laguna.

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