viernes, 25 de noviembre de 2011

Mar

Desde la ventana, el reflejo del mundo, juego de infinitos. Las voces nominan una inundación como el mar. Infinita devastación de la creación del hombre. Cruces de falanges bajo los asientos. El tiempo, tic-tic-tic... Una vieja se arruga en su falda, mientras los demás envejecemos y, también, nos arrugamos. El tráfico, las opciones, los atascos ciertos y los inesperados. Los pensamientos rebotando, hasta que se comparten y fluyen. La inmensidad comparada con la inundación. Quisiera una ola para que me revuelque y me lleve hacía la arena, cerca de tu orilla.

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