domingo, 20 de noviembre de 2011

Recital

El niño bailó, yo sonreí. Cada vez más lejos, ya se empieza a notar, la terrible interferencia que nos aleja y nos vuelve diferentes, otros. Y así es la ley, una, interrogable. Está bien, pero aveces el amargo se sube. Hay almas gemelas, tal vez, difícil cuando esta igualdad rompe la ley. Si dos almas gemelas se vinculan en la sangre, solo resta el incesto o el suicidio. Cosas que se aprenden en los libros. En la vida, aprendes lo indomable de la ley. Mientras, él se va alejando y yo sin saber si un amor novelesco espera aún en estas páginas perezosas donde borroneo mi vida.

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