jueves, 1 de diciembre de 2011

Restauración

Una escena vieja en los recuerdos se vuelve sepia, así disfrazo los recuerdos, los cubro para que no vuelvan a ser fuente de emoción, los archivo como bibliotecaria y los confundo con los presentes desaforados. Una escena de un médico que se pierde, se enferma hasta que el nacimiento lo regresa en su ser, la pobreza, la lejanía de la ostentación.
Ahora me pregunto quién me curará, si los oídos empiezan a cerrarse entre la pobreza y la obligación del día a día. Cuando el nacimiento empieza a ser cercanía a la muerte y el humor se confunde con negro sangre y mis letras se borran de mis recuerdos sin siquiera teñirse de sepia.

1 comentario:

  1. el revelador en la película aparece de a pocos. la acción de la luz no deja distinguir colores. hace falta salir del cuarto oscuro y sus luces rojas para ver la imagen real. entonces aparecen los colores, y los sepias son rojos, azules, amarillos vibrantes. una vez los colores explotan en el papel es imposibles guardarlos, catalogarlos o hasta perderlos. se quedan en el aire como sensaciones que regresan para susurrar a nuestros oídos nanas que cantaban en la niñez y el nacimiento no es muerte y el sepia no existe y la sangre empieza a ser transparente en nuestras venas.

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