miércoles, 11 de noviembre de 2009

Noticias

Quiero que toque a mi puerta sin ser buena o mala, solo que sea y me mire a la cara. Quiero que llegue vestida de rosa o azul y me diga buenas y se siente en mi mesa.
No va a venir sola, por eso me rodeo de trampas que se bifurcan en ocupaciones de las que no salgo.
Aún así no llega.
Y si llegara vestida de negro acompañada del cuervo viejo, no quisiera que fuese esta noche porque todavía tengo qué hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario